Sanar con las manos: activa tu capacidad natural de sanación

Sanar con las manos es una de las prácticas más antiguas y universales de la humanidad. A lo largo del tiempo se ha extendido que era un don reservado a unas pocas personas, y esto tiene su sentido. Anteriormente, el acceso y comprensión de la energía sutil era distinto. Al evolucionar como humanidad, también hemos ido descubriendo más sobre la energía y nuestra conexión.

La sanación con la energía es una capacidad natural que todas y todos tenemos. La sanación a través de las manos parte de un principio muy sencillo: somos energía y vibración, y podemos volver a conectar con esa esencia para favorecer procesos de equilibrio, bienestar y plenitud.

En este artículo te cuento cómo puedes empezar a activar las manos para sanar, qué significa realmente usar las manos sanadoras y verás también que la sanación va mucho más allá de las manos.

Además, te dejo un vídeo al final para que puedas activar tus propias manos y practicar.

¿Qué significa sanar con las manos?

Cuando hablamos de sanar o de curar con las manos, no nos referimos a un truco ni a una técnica mágica. Se trata de un modo consciente de interactuar con la energía y la vibración que nos rodea y que está presente en cada ser humano.

La sanación con energía de las manos consiste en reconocer esa chispa que ya está en ti. Las manos son un punto de inicio porque son muy sensibles, fáciles de utilizar y nos permiten percibir la vibración con claridad. Sin embargo, la clave no son las manos en sí, sino tu conexión con la energía universal.

La sanación surge cuando abrimos nuestra atención, dejamos de intervenir con nuestra propia energía y permitimos que esa fuente más grande —ese campo universal— interactúe con nosotros y con la persona a la que acompañamos.

La evolución de sanar con las manos: de proyectar la energía a Sintonizar con el campo

La práctica de sanar con las manos ha pasado por distintas etapas a lo largo del tiempo. Antiguamente se entendía que solo algunas personas “especiales” tenían esta capacidad. Se creía que ellas podían proyectar su propia energía hacia otra persona, a veces a través de las manos, otras mediante soplidos o gestos.

El problema de esta forma de sanar era evidente: si entregabas tu energía, corrías el riesgo de quedarte sin ella. Por eso, muchas personas que practicaban este tipo de sanación de manos sentían agotamiento o la necesidad de realizar limpiezas constantes.

Con el tiempo apareció una comprensión más amplia: la canalización. En lugar de usar solo la energía propia, el sanador aprendía a recibir de la fuente universal a través del chakra corona y proyectarla con las manos. Esta forma de sanación con energía de las manos permitía no desgastarse tanto, porque ya no dependía únicamente del caudal personal.

La evolución natural fue un paso más allá: no poner tu energía en juego en absoluto. En este nivel, el papel del sanador no es transmitir lo suyo, sino facilitar que la energía universal interactúe directamente con la persona. Esta manera de sanación por medio de las manos es más limpia, más libre de interferencias y abre la puerta a un trabajo profundo y sostenido en el tiempo.

En Aldea de Luz llamamos a este proceso Sintonización. Se trata de conectar con el campo de vibración e inteligencia universal, al que todos podemos acceder, y desde ahí acompañar la sanación de forma segura, respetuosa y transformadora.

Manos para sanar: más que un instrumento

Entonces, si quieres comenzar, ¿cómo puedes hacerlo?

Usamos las manos para sanar porque funcionan como antenas que te ayudan a percibir lo invisible: el campo de vibración y la inteligencia que está en todas partes. Al practicar ejercicios sencillos, como colocar tus manos frente a frente y sentir el aire y la energía entre ellas, comienzas a despertar tu sensibilidad y a activar tu capacidad de sanar.

Con el tiempo, cada persona percibe la energía de forma distinta:

  • Algunas sienten calor, electricidad o cosquilleo en las manos.
  • Otras perciben sensaciones globales en el cuerpo, como si estuvieran en un mar de energía.
  • Algunas reciben información visual o auditiva.
  • Otras notan movimientos espontáneos en su cuerpo.

Cada experiencia es válida. La clave está en la apertura: no esperar un resultado concreto, sino observar cómo se expresa tu conexión con la energía en cada momento.

Sanación a través de las manos y más allá

La sanación por medio de las manos es un punto de partida. Después, puedes ampliar y profundizar y ver que la verdadera sanación va mucho más allá. Se trata de conectar de una forma más global. No se trata de proyectar energía desde ti hacia otra persona, sino de dejar que la inteligencia global os ayude a ti y a ella. La evolución en la práctica consiste en no usar tu propia energía, sino en abrirte a la fuente universal, permitiendo que sea ella la que actúe directamente.

De esta forma, no te desgastas, no interfieres y tampoco necesitas “estar limpia” para que la sanación ocurra. Simplemente acompañas el proceso desde la atención y la apertura.

Tu capacidad natural de sanar

Así entendemos mejor que el poder de sanación con las manos no es un talento exclusivo ni un don misterioso. Es parte de tu naturaleza. Desde el momento en que empiezas a observar, sentir y experimentar, ya estás recordando tu capacidad innata de sanar con tus manos y de facilitar sanación a los/as demás.

Con práctica y apertura, aprenderás a reconocer cada vez con mayor claridad cómo interactúas con la energía y cómo puedes ponerla al servicio de tu vida y de quienes te rodean.

Si deseas profundizar, aquí en Aldea de Luz tenemos formaciones y programas que te guían paso a paso, desde lo más básico hasta una práctica profesional de sanación con energía de las manos y conexión con nuevas dimensiones de conciencia basados en la Sintonización y la Huella Vibratoria, que te sirve para conocer tu forma personal de conexión con la energía.

Aprende a sanar con las manos: un ejercicio inicial

Aquí tienes un ejercicio sencillo para activar tus manos para sanar:

  1. Coloca una de tus manos en una posición cómoda, palma hacia arriba.
  2. Con la otra mano, explora el espacio alrededor, como si acariciaras el aire.
  3. Observa cualquier sensación: calor, frescor, densidad, movimiento sutil…
  4. No intentes forzar nada. Simplemente escucha con tu atención.
  5. Después, junta tus manos frente a frente y percibe la vibración entre ellas.

Recuerda: no estás enviando energía, estás jugando con la vibración. Esa actitud lúdica y abierta es fundamental para desarrollar sensibilidad y confianza.

Si quieres ver un ejemplo práctico y vivir esta experiencia directamente, te invito a ver el vídeo que encontrarás a continuación.

👉 Mira el vídeo completo sobre cómo activar tus manos para sanar
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Transcripción

Hola, hola. Este vídeo es para las personas que estáis interesadas en empezar a activar vuestra capacidad de sanar. Y bueno, lo primero de todo es aclarar que todo el mundo tiene la capacidad de sanar porque la sanación la hace uno mismo o una misma. Y también todo el mundo tiene la capacidad de facilitar la sanación a otras personas.

¿Cómo? De muchas maneras. La sanación es el reencuentro con las personas que realmente somos, o con las almas que realmente somos, o con los seres en general que realmente somos. Es decir, con nuestra plenitud, con nuestra verdadera esencia, donde fluye más nuestra energía, donde vivimos más la vida que amamos vivir. Y hay muchas formas de hacer eso, muchas formas de ayudar a otras personas a hacer eso y a sanar.

Normalmente la sanación se ha enfocado desde el punto de vista, sobre todo, físico, también mental y también emocional. Y cuando hablamos de sanación también es común el hablar de energía. Es decir, al decir que activamos nuestra capacidad de sanar, normalmente nos referimos a que seamos capaces de utilizar esa conexión con la energía y con la vibración para facilitar la sanación de otras personas y la nuestra.

Y un ejercicio que podemos hacer para empezar a activar esta capacidad de sanar, para intensificarla, es alguno de los ejercicios que hemos hecho con las manos y que haré ahora también. Y sobre todo se trata de decir: “Vale, tenemos la capacidad de sanar, tenemos la capacidad de conectar con la energía, con la vibración, pero ahora, ¿cómo la reconozco y cómo la utilizo?” Y esto es lo que vamos a ver en el vídeo de hoy: ¿cómo puedes activar tus manos para sanar?

Bueno, pues realmente no son las manos las que se activan, sino que lo que se activa es como si se encendiera una chispa o se encendiera un —como si le diéramos al botón de encendido— de una capacidad que ya tenemos y que la tenemos ahí latente o apagada, o que no la estamos utilizando de manera consciente. Y utilizamos las manos porque es una forma muy fácil de empezar a sentir.

Tradicionalmente, la sanación con las manos se hacía proyectando energía. Es decir, mi propio campo, mi propia energía, lo que yo recibo del universo o la mía propia, la proyecto a través de las manos.

¿Qué ocurría? Originalmente había personas que proyectaban directamente su energía y, si su energía era especial, digamos, o la tenían configurada de forma especial, podían proyectarla a través de las manos o de otra forma: a través de los soplidos o a través de algún tipo de conexión en el que se la daban a otras personas y les aportaban luz.

¿Qué es lo que ocurre con eso? Pues que si tú le das tu energía a otra persona y no estás recibiendo más, te quedas tú sin ella.

Después estaban los que empezaron o aprendieron o sabían cómo canalizar. Es decir, para no quedarme yo sin mi energía, ¿cómo puedo recibir esa energía de alguna fuente más grande? Por eso se llama «la fuente», por eso se llama canalizar a través del chakra corona o de… o recibir a través del chakra corona y luego proyectarlo con las manos. Y hay formas de sanación que utilizan esto: recibes a través de ti y proyectas con las manos.

Y hay una forma más… extendida de sanar y de ayudar a sanar con la energía que, además, no involucra mi propia energía. Porque muchas personas —y esta es una pregunta que ya he contestado varias veces— tienen la duda de: «Bueno, si se va a mezclar con la mía, primero la mía tendrá que estar limpia», y por eso se hacen tantas limpiezas de los sanadores, etcétera, etcétera.

Pero si no ponemos en el juego, si no ponemos como parte de la ecuación nuestra propia energía y vibración, sino que nos hacemos a un lado y ayudamos a que ya de por sí esa fuente más grande conecte con esa persona, pues ya está. Ya ni nos desgastamos ni interferimos en esa sanación y en esa vibración.

Y eso es lo que hacemos cuando facilitamos la Sintonización. Y está basado en el principio de conectar con el campo de vibración, con el campo de inteligencia con el que todo el mundo puede conectar. La Sintonización está basada en ese principio y luego es la aplicación específica de cómo ayudamos a sanar, tanto para nosotros mismos o nosotras mismas como para facilitar sesiones a otras personas.

Así que, ¿cómo podemos empezar a reconocer esa vibración, esa conexión? Porque hablamos de la fuente, hablamos del campo. Claro, de la fuente dices: «Vale, si pasa por mí, por el chakra corona y hago una serie de ejercicios, respiración, abro los canales, etcétera, etcétera, pues hay como todo un procedimiento para poder hacer eso. Incluso rituales, símbolos… hay distintas maneras.»

Pero si no pasa por mí, no estoy yo… utilizando esa energía que es exactamente esto del campo, la inteligencia y la energía que llega.

Bueno, pues esa energía está en todas partes, está en todas partes y utilizamos nuestra mano como algo que es sensible. Todo nuestro cuerpo es sensible y estamos acostumbrados a usar las manos. Entonces, ¿cómo podemos activar, encender ese interruptor, esa chispa para comenzar a profundizar en nuestra forma de sanación?

Pues una forma en la que lo puedes hacer es: pones tu mano así, de esta manera, en una posición en la que te sientas cómodo o cómoda. Y miras también a mi mano, y yo con mi mano voy a empezar a interactuar con esta vibración, con esta inteligencia, con este campo.

Y tú solo fíjate en el campo, en la interacción, en cómo estoy yo moviendo la energía, la vibración. No intentes que vaya hacia ti, no intentes que haga nada; simplemente observa cómo estoy yo jugando con la información, con la vibración, con la energía del campo. No es algo que tú tengas que repetir. Tú simplemente deja tu mano ahí quieta.

Entonces, yo estoy jugando y ahora voy a jugar con la tuya. Voy a jugar con la vibración y la energía entre tu campo y el mío, que están los dos en el mismo campo grande. El campo grande es un parque de Valladolid. Pues están los dos en ese mismo espacio. Así que yo voy a jugar y estirar. Tú solo observa cómo juego yo con la energía, la vibración y a la vez, observa las sensaciones en tu propia mano y en el cuerpo. Tú observa simplemente ese campo, esa inteligencia, esa energía que está alrededor de mi mano y con la que yo estoy jugando y estirando.

Bueno, pues ahora simplemente lo haces tú entre tus dos manos y es una forma de profundizar en esa… Pones la mano así, no tan arriba —esto es solo para que salga en la cámara—, sino abajo. La pones así y con la otra mano empiezas a notar el aire que hay alrededor de la de abajo y notar las sensaciones.

Y fíjate que yo miro, es como si mirara hacia otro lado, porque en realidad lo que estoy haciendo es escuchar. Pues tú simplemente escucha y observa. Donde tienes algo, te llama la atención y ahí juegas un poco con el aire y observas tus propias sensaciones y puedes estirar si quieres, ¿vale? No estamos enviando, estamos jugando, que esa es una diferencia fundamental.

Entonces, estiras y observas tus sensaciones. De esta manera estás ya activando tu capacidad de sanar. Y aquí es donde… ¿dónde viene la segunda parte del vídeo y el por qué? Estamos haciendo varios ejercicios de este tipo, pero quería dedicar este vídeo específicamente a: “Bien, y ahora, ¿cómo reconozco yo esa capacidad de sanar?”

Porque lo que te he dicho, yo estoy aquí como escuchando, notando, y sobre todo las personas que son kinestésicas o cinestésicas, lo que tienen son sensaciones más globales. Por ejemplo, la primera vez que yo hice esto o que alguien empezó a mover la energía alrededor de mis manos, yo tenía mi mano así y no sentía nada en la mano. Entonces, ¿te puede pasar eso? Sí.

¿Qué ocurre si tú tienes la expectativa de que te tiene que pasar algo en la mano? Y si no, invalidas tu propia experiencia porque no estás sintiendo nada, entonces no estás notando el resto de cosas que puedan estar pasando, ¿vale?

Así que es posible que seas una de las personas que nota cosas directamente en la mano. Hay gente que incluso me dice que le da como electricidad, empiezan a notar electricidad en la mano y es porque tienen esa sensación más física, eléctrica.

Pero hay otras personas que, como digo, no notamos tanto la energía en la mano —que ahora yo sí, después de todos estos años, soy capaz de reconocerla, pero es muy sutil—. Y sin embargo, sí que noto mucho más claramente como al principio me parecía que era como en la espalda. No es la espalda; es como si estuviera metida en un mar de energía. Es mucho más global, es mucho más todo a la vez.

Así que la idea, o de lo que se trata, es de que tú cuando haces este ejercicio observes no un resultado específico, sino cómo es tu relación con esa energía, con esa vibración. Y puede que lo notes físicamente, puede que lo notes globalmente.

¿De qué más formas puede que lo percibas? Hay algunas personas que se les mueve el cuerpo, aunque no notan nada específicamente, pero su cuerpo empieza a hacer cosas. Bueno, pues esa es otra posibilidad. También hay quien de repente es como que siente la necesidad… Es mejor hacerlo con los ojos abiertos para permitir que todos nuestros sentidos estén participando. Y hay personas que sienten como la necesidad de cerrar los ojos porque están recibiendo información visual.

Entonces, en tu caso, puede que veas cosas, incluso puede que no necesites cerrar los ojos, sino que estés viendo, estés viendo cosas según mueves la energía. Con lo cual para ti no es tan relevante la sensación en la mano —que si la tienes también es interesante observarla—, sino que puede que estés viendo cosas o puede que estés oyendo también.

Así que son todos nuestros sentidos los que están participando en esto. Hay partes que son físicas más globales, más energéticas, más tridimensionales. Hay parte que son física física, es decir, noto la vibración, la energía, la resonancia en la piel, en la mano. Hay otras que son físicas de movimiento, el cuerpo se ajusta. Hay otras que son visuales, hay otras que son auditivas, hay otras que son de conciencia. De repente es como que estoy en otro lugar completamente distinto. Y además esto cambia con el tiempo; cambia no permanentemente, sino que a veces tienes un tipo de experiencia y otras veces tienes otro tipo de experiencia.

Así que la apertura es una parte fundamental también de profundizar y de encontrar tu maestría en tu forma de sanación. Anteriormente te he hablado de una de las claves, que es la atención. Tienes otro vídeo en el que profundizo más en eso. Y en este vídeo estamos profundizando en otra de las claves.

Hace tiempo hice una serie de conferencias presenciales en las que hablaba de las cinco claves de la sanación energética actual. Mostrando —no es que sean las cinco como si esto fuera la revelación del universo—, no, eran cinco aspectos importantes que nos ayudan a conectar, que nos ayudan a reconocer, que nos ayudan a estar en ese estado de separación… de separación, ¿no? Más bien de no intervención, o de sí, observación, escucha de esa sanación que se está produciendo. Pues esos aspectos fundamentales que nos ayudan es lo que tenía en ese seminario, en ese programa, en esos eventos de las cinco claves de la sanación. Y una de ellas era la atención —que ya como te digo, tengo otro vídeo dedicado a eso— y otra de ellas era la apertura.

Y en este caso estamos hablando más de esa apertura a que cada persona tiene esa forma de recibir, tiene esa forma de conectar y comunicarse con la vibración. Y que cuando tú activas tus manos, las manos ya están activas desde el principio que has empezado a hacer esto. Y hay una segunda parte, digamos, que es la de profundizar y reconocer.

«Vale, ya están activas, pero ¿qué hago con esto? ¿Cómo sé yo lo que estoy haciendo?» Pues, porque entrenas esa sensibilidad de: «Vale, cuando estoy yo haciendo esto, ¿qué ocurre en mí? ¿Ocurre esa vibración? ¿Los movimientos? ¿Tengo esas visiones? ¿Es diferente la siguiente vez que lo hago?» Porque esto tiene que ver con la apertura también, si nos quedamos pensando que siempre va a ser de la misma manera, entonces quitamos ese factor de la apertura. Sino que siempre esa apertura es: «Vale, normalmente para mí es esto, pero ha habido veces en las que también se me ha movido el cuerpo, y ha habido veces en las que he tenido un montón de sensaciones en la mano, y ha habido otras veces en las que he visto cosas y en las que he oído cosas.»

Así que siempre esa apertura, ese estar diciendo: «Mmm, ¿cómo estoy sintiendo yo en este momento?» Ese es el propio ejercicio de reconocer cómo conectas tú con la energía y con la vibración, que luego se puede aplicar tanto para ti como para facilitar la sanación de otras personas: la sanación, la canalización, la conexión, la transformación de vidas.

Que todo esto es lo que luego ya hacemos profesionalmente dentro de los programas de El Especialista en el Despertar y la Evolución Espiritual y los módulos específicos de Sintonización, activación, calibración y lecturas. Esto es justamente lo que hacemos: ayudar a las personas a entrenar, profundizar en todo esto que es una dimensión de nuestra vida. Aparte de la material, de tener la maestría en la parte material, está también la maestría en las nuevas dimensiones que cada vez están más abiertas en la humanidad en este punto en el que nos encontramos.

Pues esta es la forma en la que te animo a que pruebes, a que experimentes, a que observes, escuches y que dentro de la comunidad, pues consultes lo que quieras consultar. Y también que sepas que tienes los programas de formación disponibles, tanto si lo quieres para ti, para tu familia, como si te quieres dedicar profesionalmente, porque nosotros estamos dedicados 100% a enseñar esto y a facilitar esta interacción y esta sanación en todas las personas que lo quieran aprender y que lo quieran aprovechar.

Besitos, gracias por estar aquí. Nos vemos en el próximo.

Preguntas frecuentes sobre sanar con las manos

Aquí te dejo respuestas a las preguntas más comunes que hemos encontrado sobre la sanación usando las manos y la respuesta desde el enfoque de la Sintonización y la apertura.

Hay bastantes. Elige las que más te llamen y si tienes más preguntas recuerda que tienes la comunidad para preguntar lo que te interese específicamente (regístrate en el boletín para acceder).

Preguntas rápidas del contenido del vídeo

La sanación es el reencuentro con las personas que realmente somos, con nuestra plenitud y nuestra verdadera esencia, donde fluye más nuestra energía y donde vivimos más la vida que amamos vivir. Hay muchas formas de ayudar a otras personas a hacer eso y a sanar. Normalmente, al activar nuestra capacidad de sanar, nos referimos a ser capaces de utilizar esa conexión con la energía y la vibración para facilitar la sanación de otras personas y la nuestra. Una forma extendida de sanar que no involucra la propia energía es la facilitación de la Sintonización, basada en conectar con el campo de vibración y el campo de inteligencia con el que todo el mundo puede conectar.

Para reconocerla y utilizarla, puedes hacer ejercicios con las manos. Se trata de activar la capacidad que ya tienes latente, y puedes usar las manos porque es una forma muy fácil de empezar a sentir.

Realmente no son las manos las que se activan, sino que se enciende una chispa o se «da al botón de encendido» de una capacidad que ya tenemos latente o apagada. Se utilizan las manos como una forma fácil de empezar a sentir. La activación ocurre al jugar con la energía entre las manos y observar las sensaciones.

Tradicionalmente, la sanación con las manos se hacía proyectando la propia energía, ya sea la que se recibe del universo o la personal, a través de las manos. Si la energía de una persona era «especial», podía proyectarla a través de las manos, soplidos o algún tipo de conexión para aportar luz a otros. Si tú le das tu energía a otra persona y no estás recibiendo más, te quedas tú sin ella.

Se puede aprender a canalizar la energía de una fuente más grande, a menudo a través del chakra corona, y luego proyectarla con las manos. Hay formas de sanación que utilizan este método: recibes a través de ti y proyectas con las manos. Sin embargo, aquí sigue estando involucrada tu energía. La forma más grande y también más limpia de facilitar la sanación es actuar de catalizador/a, sin intervenir, para la fuente más grande. Ésta es la base de la Sintonización.

Esa energía está en todas partes, y utilizamos nuestras manos como algo sensible para empezar a reconocerla. Un ejercicio es poner una mano quieta y con la otra jugar con la vibración entre las dos manos, observando las sensaciones. Se trata de observar «cómo es tu relación con esa energía, con esa vibración».

Puedes poner una mano en una posición cómoda y con la otra empezar a interactuar con la vibración, la inteligencia y el campo. La clave es observar cómo se juega con la información y la energía, sin intentar que vaya hacia ti o haga nada. Luego, puedes hacerlo entre tus dos manos, sintiendo el aire y las sensaciones, «escuchando» y jugando con el aire, estirando sin enviar energía.

Sí, es posible no sentir nada directamente en la mano. Yo al principio no sentía nada en la mano cuando alguien movía energía alrededor de las mías y, aún así, me he dedicado profesionalmente a la sanación durante más de 12 años y he sido testigo de sanaciones físicas, emocionales, mentales, transformaciones de vida y situaciones en miles de personas con la ayuda de las sesiones.

Si tienes esa expectativa y no la cumples, puede pasarte que invalides internamente tu propia experiencia, porque no estás sintiendo nada en la mano, y entonces no prestarás atención al resto de cosas que puedan estar pasando.

Además de notarlo físicamente (como electricidad en la mano) o globalmente (como estar en un «mar de energía»):

  • Movimiento corporal: El cuerpo puede moverse o ajustarse, aunque no notes nada específico.
  • Visualmente: Puedes recibir información visual, incluso viendo cosas con los ojos abiertos o sintiendo la necesidad de cerrarlos para ello.
  • Auditivamente: Puedes oír cosas.
  • Conciencia: Puedes sentir que estás en otro lugar completamente distinto, como un cambio en el estado de conciencia.
    Todos nuestros sentidos participan. Estas percepciones pueden cambiar con el tiempo y variar de una experiencia a otra.

La segunda parte es «profundizar y reconocer». Se trata de entrenar la sensibilidad para observar qué ocurre en ti cuando realizas el ejercicio.

Lo sabes porque entrenas esa sensibilidad de observar qué ocurre en ti.

Observar si ocurre esa vibración, movimientos, si tienes visiones. Al hacer el ejercicio, se está sintonizando tu energía con el campo, con los beneficios que eso tiene: equilibrarte, armonizar las ondas del cerebro, del corazón, activar tu ADN y muchos más aspectos físicos, emocionales y mentales.

La clave es la apertura a que cada persona tiene su forma de recibir y conectar con la vibración. Debes estar abierto a que las sensaciones pueden ser diferentes cada vez. Por ejemplo, a veces puedes sentir vibraciones, otras veces movimientos del cuerpo, o sensaciones intensas en la mano, o visiones, u oír cosas. La pregunta es siempre: «¿Cómo estoy sintiendo yo en este momento?». Este es el ejercicio de reconocer cómo conectas tú con la energía y la vibración.

Preguntas frecuentes generales sobre la sanación con las manos

Se conoce como la capacidad natural de sanar con las manos, una forma de conectar con la energía universal para facilitar procesos de sanación.

Se trata del término común de usar las manos conscientemente como punto de contacto con la energía y la vibración, sensibles para percibir y facilitar sanación.

Pon tu atención en la energía, juega con la vibración y permite que la fuente universal actúe a través del campo, sin forzar tu propia energía.

Presta atención, escucha, observa lo que sientes y ábrete a la experiencia. No se trata de proyectar tu energía, sino de acompañar la interacción con el campo.

La sanación es una capacidad natural porque todos/as tenemos conexión con el campo y la energía. Algunas personas sienten calor, cosquilleo o electricidad, otras lo perciben de manera más global o visual. Además, si tienes una sensibilidad ya ampliada a la energía, puedes aprovecharla para ayudar a sanar a muchas más personas.

Lo más efectivo no es usar tu propia energía, sino permitir que la fuente universal interactúe con la persona, sin desgastarte ni interferir.

La sanación es una capacidad natural presente en todas las personas. Se reconoce a través de la práctica y la apertura. Tu don específico está en tu Huella Vibratoria, es decir, la forma concreta en la que se mueve tu energía y la expresas. Cuanto más profundizas y conoces de ella, más puedes aprovechar tu capacidad de sanación.

Físicamente igual que cualquier otra. De hecho, puedes sanar aún sin manos. Lo que llamamos la mano sanadora es la sensibilidad y la forma de atención que se pone en percibir la energía.

Las manos nos sirven como antenas sensibles a la vibración y de actuar como canal para facilitar procesos de sanación.

Comienza practicando ejercicios de atención y apertura con tus manos, reconociendo poco a poco la energía y la vibración. Tienes también a tu disposición la serie El Don de la Sanación en nuestro campus y la formación de Sintonización.

Cuando empiezas a notar experiencias distintas al conectar con la energía: sensaciones físicas, visuales, auditivas o de conciencia ampliada.

Abrirse, observar, escuchar la energía y permitir que la fuente universal actúe, sin intervenir con tus expectativas.

Todas las personas pueden facilitar sanación con las manos, porque todas tenemos esa capacidad natural.

Tradicionalmente se hacía proyectando energía, pero hoy sabemos que lo más eficaz es facilitar la conexión con la fuente universal sin usar tu propia energía.

Cualquier persona que desee practicar, con apertura y atención.

Con ejercicios sencillos de exploración, como poner las manos frente a frente y observar las sensaciones.

Es un método inicial de sanación, aunque limitado si solo se usa la energía propia. La evolución está en conectar con la fuente universal.

Prestando atención a tus sensaciones físicas, emocionales o visuales al interactuar con ella en el campo de vibración.

Más que transmitir tu energía, lo recomendable es facilitar que la fuente universal actúe directamente, así no te desgastas y la sanación es más pura.

Cómo puedes avanzar

Hemos reunido en una serie los contenidos de la comunidad relacionados con el Don de la Sanación. Con recursos y guías de estudio para ayudarte a asimilar los conceptos y realizar las actividades.

El Don de la Sanación

El Don de la Sanación

150,00 

En esta serie recopilamos varios vídeos relacionados de emisiones en directo y también grabaciones donde hablamos sobre la capacidad de sanar, el don de la sanación y cómo puedes aprovecharlo en tu vida y en tu práctica profesional.

Hemos incluido documentos, resúmenes y guías de estudio que te ayudarán a asimilar más los contenidos y también a ponerlos en práctica.

También puedes acceder a la serie a través de la suscripción de la Comunidad.

Comunidad de Aldea de Luz

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Y si quieres aprender a sanar profesionalmente, tienes disponibles los programas de Sintonización de la Huella Vibratoria.

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El precio original era: 2.400,00 €.El precio actual es: 1.800,00 €.

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