Transcripción
Vamos a ver en aquellas partes de nosotros y de nosotras que a través de nuestra educación, de nuestra infancia, de nuestro desarrollo se han ido quedando un poco pues insatisfechas o dolidas o que no han sabido cómo desarrollarse porque en nuestro entorno nos han aportado una serie de cosas, pero hay otras que a lo mejor no hemos tenido como nos habría gustado y estamos hablando de seguridad. Estamos hablando de cariño, estamos hablando de compasión, estamos hablando de dirección clara en la vida. Es decir, muchas de esas cosas que en un panorama ideal un niño o una niña recibiría para desarrollarse bien como persona adulta y que por la circunstancia que sea, pues nosotros no hemos tenido del todo o que hemos tenido traumas durante nuestra infancia que han hecho que algunas cosas se nos quedaran ahí un poco como atascadas o apegadas y reaccionamos como si fuéramos niños o niñas en esas situaciones.
Y es por eso, ahí es cuando estamos hablando de sanar a nuestro niño o nuestra niña interior, es recuperar esas partes y darles una nueva perspectiva, darles amor, darles confianza, darles, validarlas, valorarlas y con esa nueva perspectiva tener también una nueva, un nuevo camino o una nueva actitud o un nuevo comportamiento como adultos. Porque lo que ocurre cuando somos adultos es que ya es el momento de dejar de tener la referencia externa de las figuras paternas o de los educadores y las educadoras y empezar a seguir nuestra propia. Y qué es lo que pasa que cuando tenemos esos temas pendientes aún seguimos buscando esas referencias paternas o maternas que no hemos encontrado. Entonces, como no las tenemos, seguimos sin saber muy bien cómo desenvolvernos en esas circunstancias. Cuando trabajamos, cuando sanamos nuestro niño, nuestra niña interior, le damos aquello que le ha faltado, esa carencia que ha tenido en el pasado.
Y a veces sabemos cuál es la carencia, estudiamos, trabajamos sobre nosotros mismos, sobre nosotras mismas y podemos averiguar qué es lo que ha pasado y en ese momento decir, «Ah, vale, ahora lo quiero vivir de otra manera.» También cuando se trabaja con las creencias, cuando se trabaja con los árboles familiares, se hacen muchas cosas relacionadas con identificar dónde se ha quedado ese punto de vacío, ese punto que no ha tenido la referencia adecuada para a partir de ahí pues darle una nueva información, una nueva información emocional, una nueva información mental, una nueva información, sobre todo el niño, la niña interior tiene mucha relación con lo emocional.
Y ahí en ese momento, bueno, pues encontramos unas cuantas cosas, las podemos sanar, las podemos superar y luego hay otras que nos cuesta más encontrar o que no sabemos cómo encontrar o que incluso cuando las encontramos no sabemos cuál es la referencia, no sabemos cuál es el modelo que nos puede servir. En esos casos, para mí, la fuente fundamental en la que me puedo basar es sobre todo la validación y el amor propio, el amarme y el cuidarme de la mejor manera que sepa y el validar aquello que en ese momento se quedó pues pendiente, se quedó como que no lo tuve y que a lo mejor incluso pues cuando nos pasa lo que hacemos es todavía reprochar a nuestros padres o decir, «Es que no me dieron esto, es que no me dieron lo otro, es que mira los mensajes que me dieron.» Eh, bueno, pues ahí todavía seguimos buscando que alguien o algo nos dé eso que necesitábamos. Ese es un buen punto de un buen punto de entrada. El ver que ese lugar en el que todavía estamos esperando que los demás hagan algo por nosotros, es el lugar interno que todavía está insatisfecho.
Y en esos puntos, pues como digo, a veces encontramos esa idea, a veces encontramos esa ese punto de conexión, ese esa validación y qué es lo que puede ayudarnos todavía más a hacer que o bien encontremos lo que estamos buscando o reforcemos aquello que ya hemos encontrado o incluso que aunque no lo encontremos mentalmente sintamos que eso, que ese vacío se llena, que esa referencia interna la tenemos. Pues para mí lo que más me ha ayudado ha sido toda la parte energética.
Hubo un momento en el que la parte emocional me ayudó, pero llegaba hasta cierto punto y a partir de ahí, cuando empecé a buscar y no conseguí encontrar más, también cuando llegué a la parte, digamos, energética, vibratoria y ahí fue cuando dije, «Ah, esto es diferente, esto es esto es más profundo.» Y hay personas que cuando hablamos del tema del amor, de darte amor, de esta frecuencia del amor de la que estamos hablando, dicen, «Es que lo entiendo, pero no sé cómo hacerlo. No sé cómo hacerlo exactamente. No sé cómo darme amor en ese momento en el que me siento mal concretamente.»
Y muchas veces es por eso, porque no tenemos la referencia de cómo se hace. Al final la respuesta sigue siendo amor, de la mejor manera que sepas, de la mejor manera que puedas, como te salga y como tú sepas hacerlo en ese momento. Y eso irá creando más niveles y más capas de amor sobre ti. Y esto justo, que es lo que te estaba comentando y que es lo que a mí me hizo, me ayudó a dar, no, no lo hizo, me ayudó a dar un salto mucho más allá fue la Sintonización vibratoria, la sanación energética específicamente con la Sintonización de mi Huella Vibratoria y con la Sintonización del campo.
Así que cuando estás en ese momento de trabajar, de recuperar tu niño, tu niña interior, que no es solo un momento, hay muchos momentos en los que volvemos a conectar con ese punto que dices, «Ah, esto todavía no lo tengo resuelto yo. Voy a ver dónde se me quedó, qué es qué es lo que me está faltando.» Al principio, el trabajo con el niño o la niña interior no sabemos muy bien cómo se hace porque no es una cosa que se enseñe en la escuela. Al principio es un poco como, no sé muy bien qué tengo que buscar, pero ya cuando lo vas haciendo lo reconoces y dices, «Ah, vale, sí, me doy cuenta de que este punto es algo, como te digo, que no tengo resuelto.» Pues en esos casos, además de muchos otros, de sanación física, de sanación emocional, de sanación mental, de sanación de relaciones, de situaciones, de todos los tipos que te puedas imaginar, uno específico, y por eso hago este vídeo, es para las personas que estáis en ese momento de sanaros, de sanar vuestra niña o vuestro niño interior o que estáis buscando cómo hacerlo.
Y esa frecuencia del amor, esa frecuencia del amor profundo es algo que también a su vez llega muy profundo con tu niño, con tu niña interior, sin necesidad de hacer tanto trabajo mental o emocional o para apoyar el trabajo mental y emocional que ya estás haciendo. Y esto se hace a través de sesiones de Sintonización. Una sesión de Sintonización que puedes hacer tú contigo, que es un ratito de autosanación, autosintonización o que alguien te facilite una sesión de Sintonización.
Y con eso lo que haces, lo que haces es que tus células y toda tu energía empiece a vibrar de la manera en la que vibra el amor profundo para ti, la frecuencia del amor profundo. Ese amor que tú a lo mejor no terminas de identificar precisamente porque no tienes la referencia de cómo se hace, empieza a vibrar dentro de ti, porque a nivel de alma y a nivel de espíritu sí que tienes todas las referencias del amor. Sí que sabes exactamente cuál es la referencia del amor porque sabes lo que te habría gustado. ¿Sabes qué es? Cómo te habría gustado a ti ser o que aquello funcionara.
Y en lugar de buscarlo, que buscar que una persona externa te lo esté compensando continuamente porque tú no lo tienes y lo tienes ahí todo el rato como si fuera un vacío, identificas más claramente qué es lo que tú estás buscando, qué es lo que te habría gustado en ese momento y cómo tenerlo directamente porque está vibrando dentro de ti. Así que las sesiones de Sintonización lo que hacen es facilitar que vibre dentro de ti el amor en todas sus versiones, en todo lo que eres tú, alineado con tu Huella Vibratoria, específico para tu Huella Vibratoria. Y eso hace que aquellos lugares en los que tienes esos vacíos o en los que tienes esas faltas de referencia empiecen a conectar con esa referencia, empiecen a conectar con esa forma de amor que es la tuya, empiezas a tener más claridad. Así que la Sintonización potencia el amor en ti y con ese potenciar el amor en ti potencia también que ese niño o esa niña interior reciban lo que están buscando y con eso puedes facilitar tu proceso de sanación de tu niño, de tu niña interior. Esto es lo que a mí me ha ayudado más, la vibración, la energía.
Y es algo que también en las sesiones de sanación en las que alguien me ha comentado algo relacionado con su niño o su niña interior, ha sido el decir, «Ahora sé que era lo que me faltaba.» Han sido miles de sesiones, cientos de sesiones directas, miles de sesiones a través de programas de formación y de ayudar a la gente a su vez a ayudar a otras personas. Y muchas, muchas de estas personas, mucha gente habla sobre el niño, la niña interior, sobre cómo encuentran de nuevo esa conexión con ese amor, con esa referencia, con ese esto era lo que yo estaba buscando.
Porque lo que hacemos y lo que nos facilita la Sintonización es conectar con quienes somos de verdad y conectar con esa frecuencia de base del amor. Todo este trabajo de la Sintonización, todo el trabajo de la Huella Vibratoria es un trabajo de amor, es un trabajo de sanación, es un trabajo de activación de la luz, es un y si no lo quieres llamar trabajo, depende de la acepción que tengas de trabajo, es una labor, es una dedicación de amor, de luz y de reencontrar nuestra vibración auténtica y nuestra forma de vivir más plena. De eso trata la Huella Vibratoria y de eso trata la Sintonización. Cuéntame por aquí qué en qué momento estás con tu niño, con tu niña interior, qué es lo que has hecho. Eh, ¿te gustaría probar la Sintonización o bien hacerlo tú, es decir, aprenderlo? o que alguna de las facilitadoras o alguno de los facilitadores de de la Huella Vibratoria te facilitara una sesión. Es decir, lo que quieras compartir por aquí sobre tu niño o tu niña interior. Encantada de leerlo y de echarte una mano en lo que pueda y en lo que sepa. Muchas gracias, muchos besitos. Nos vemos en la próxima.