¿Lo que ocurre a tu alrededor tiene que ver contigo?

Todo contiene información.

De todo puedes aprender algo sobre ti mismo/a.

Y, en la medida en que estás involucrado/a emocionalmente en ellas, tienen mensajes para descubrir.

Despertar del sueño

Es como cuando estás en un sueño. En ese momento no te das cuenta de que estás soñando, pero cuando te despiertas ves claramente lo extraño de la situación que antes no veías.

Los sueños son simbólicos, pero no solo eso. Para mí, la forma más directa de recibir información de los sueños es ver cuál es el sentimiento que tenías mientras la «película» se desarrollaba.

Cuando recuerdes un sueño, no pienses demasiado en la situación o en los personajes. Fíjate en cómo te sentías.

La influencia de tu visión del mundo

En el caso de lo que consideramos la vida real funciona de la misma manera: lo que percibes de lo que ocurre está influido por tus pensamientos, conscientes e inconscientes.

¿Realmente hay algo «fuera»?

Las situaciones que vivimos son las que nos proporcionan la información necesaria para descubrirnos y vernos como somos.

Aprender a observar

Nuestro cerebro hace algo muy bueno: crear vías rápidas. Son vías que nos ayudan a actuar de forma automática, sin tener que pensar en cada instante cómo respirar, caminar o dirigir nuestra atención.

Lo que ocurre con este mecanismo es que, si no entrenamos también nuestra capacidad de aprender, que es la que más usamos al inicio de nuestra vida, entramos en modo automático. Y lo que antes era útil puede que ahora ya no lo sea.

Si no observamos nuestra vida, ésta se ve dirigida por patrones antiguos y nos damos cuenta cuando algo «va mal».

Aprender a observar, aprender a escuchar, integrar los mensajes, nos da una visión de la vida muy diferente. Nos ayuda a despejar el camino, ver cómo somos realmente y sentir lo que de verdad deseamos. Nos ayuda a crear nuestros sueños, nuestra vida, desde una mayor paz y libertad interiores.

Volver a apreciarte

El objetivo es, siempre, verte a ti, escucharte, comprenderte y amarte tal como eres. Sin cambiar nada, sin intentar ser otra persona o comportarte de forma diferente. El amor incondicional debe ser, sobre todo, a ti mismo/a.

Así comienza la sección dedicada a entrenar tu observación en nuestro curso de Autoestima.

Es un gran descubrimiento de nosotros mismos. Hay cosas muy interesantes con las que nos reencontramos.

Se trata de observar, desde un lugar diferente.

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